miércoles, 16 de febrero de 2011

14:45


Es la hora en la que me estaba tomando un café. Es el segundo del día. Café sólo. Negro. Cremoso. Y nace esta idea. La hora del café... pretende ser el espacio de reflexión que acompaña a todo café. Dejo atrás Sendas Culturales, un espacio académico que me permitió adentrarme en el mundo del blog. Tras muchos meses de abandono, espero que el tiempo me permita convertir en palabras muchas de las humaredas aromatizadas que se nos pasan por la mente cuando ingerimos en nuestra soledad o en compañía este líquido negro tan universal.


Precisamente ayer otro líquido negro parece que ha dejado de ser secreto. Parece que la receta de Coca-Cola se extiende por los infinitos océanos de Internet. ¿Pagarán la patente? Buena pregunta. La noticia se ha publicado en la web del programa de radio This American Life. Internet ha hecho el resto. Coca-cola ha restado veracidad a esta publicación, basándose en que no lleva alcohol, tal y como indica la receta que aparece en una fotografía de un diario de 1979.



Cabe resaltar el papel de Internet en un caso tan curioso como éste. Si se confirma, Internet se apuntaría el tanto de acabar con un secreto que duraba 125 años. La noticia aparece en una web y se distribuye por todo el mundo a través de la red y, aún más, de las redes sociales. Como dijo en la Gala de los Goya el todavía director de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia: "Internet no es el futuro, Internet es el presente".


Internet es la mayor democracia que ha existido hasta el momento. Manteniendo las distancias, es lo más parecido a las democracias participativas de las polis de las antiguas civilizaciones. Por fin, todo ciudadano que disfrute de la conexión a la red puede adquirir un papel activo en la sociedad. Esto había sido algo impensable con la masificación de las ciudades y el triunfo del Estado como modo organizativo de la sociedad.

Internet ofrece todo. Refleja todo. Lo bueno y lo malo. Sentimientos y actitudes. Verdades y mentiras. Muestra a las personas, tal y como son y, en definitiva, la idiosincrasia de las sociedades. ¿Acaso no es esto democracia? Esto parece que incomoda a muchos. Gobernantes y no gobernantes.

La Ley Sinde ha sido aprobada de manera definitiva por el Senado. Se presenta como la medida en defensa de los artistas y contra la piratería. Sin embargo, mucho me temo que será como poner diques de papel al mar y sí, en cambio, un muro contra la libertad de expresión y la democratización de este nuevo mundo que es Internet.





TAl y como dice Jesús Mosterín en BFN, el mundo de la música vivía de los conciertos a mediados de siglo y pasó a vivir del soporte físico (el cual intenta perdurar ante las dificultades de la nueva era). Ahora deberá vivir del marketing. Igual que el Vinilo quedó para los coleccionistas, el CD, el DVD, el Blue-ray...el soporte físico, en general, tiene los días contados o como mínimo no tendrá el papel principal como hasta ahora. Con la influencia de Internet, la única solución posible es un cambio de modelo en donde estos -CD y DVD que se ponen a la venta- ofrezcan contenidos únicos y de calidad; como por ejemplo conciertos o reportajes inéditos, lejos de la docena de canciones del artista o grupo. Además, los ingresos deberán pasar por el marketing; es decir, la venda de objetos únicos y distintivos que hagan de los fans los consumidores potenciales. En este contexto, el papel de los conciertos en directo deben de volver a ganar un peso fundamental y, de hecho, debe ser el elemento vertebrador de los beneficios.

Algo parecido pasa con la literatura. Los escritores ven en el e-book un peligro para los ingresos. Sin embargo, la reducción de los costes en la lectura puede atraer a nuevos lectores -gran favor a la literatura y a la cultura, en general-. La propaganda hará el resto. El proceso será lento. Y los matices serán miles. Pero lo que es imparable es Internet y el poder que ya tiene. Sólo hace falta ver la velocidad con la que se dan a conocer las informaciones en casos prácticos como las últimas 'revoluciones' populares en los países árabes: tras la muerte de un joven quemado a lo bonzo que se encontraba en paro (desesperado como muchos de los parados en España), ya han caído los dictadores de Túnez y Egipto, Ben Alí y Mubarak, respectivamente, pese a las dificultades impuestas por ambos.


Precisamente, a través de Internet, ahora acabo de recibir la triste noticia que ha ocurrido en Singapur: la muerte de Santi Santamaría. El mítico chef catalán que junto a otros compañeros del gremio han conseguido que la gastronomía catalana y española sean de las más premiadas con el mayor distintivo: la estrella michelin. Sin duda, una noticia amarga como el café, bebida que sin ningún secreto es capaz, por mucha azúcar que le eches, de dejar siempre el sabor amargo que le caracteriza.




2 comentarios:

  1. Aquí cómo siempre leyéndote querido Imanol.

    No olvidemos que, el internet, ha traído también una terrible "despersonalización" de todos los asuntos de la vida pública. Platicas con personas que jamás verás en tu vida, te atreves a decir cosas que frente a frente jamás dirías y, bajo la protección del anonimato, muchos calumnian y mienten.

    Por el contrario, los e-books, por ejemplo, pueden estar salvando millones de árboles al prescindir del papel, pero, dime tú que disfrutas de tomar café como yo, ¿es lo mismo estar en la cafetería sintiendo las hojas de un libro y combinando su aroma con el del café, que leyéndolo en un ipad?

    Un tema, sin duda, con mucho debate ¿no crees?

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  2. Grande Santiago, al final voy a pensar que este es tu verdadero nombre jaja un abrazo de ante mano y gracias por los comentarios del FB.

    Muchos son los malos usos de Internet, pero en cualquier caso es la pura representación del ser humano y de la sociedad: la mentira y la calumnia como tantas otras malas actitudes se reflejan en Internet como se pueden plasmar en nuestra vida diaria. Por ello debemos de saber movernos y aprender también sobre este nuevo mundo.

    En cualquier caso creo que es fundamental resaltar este papel del ciudadano como elemento activo en la información. Es algo que rompe con la naturaleza de los medios de comunicación de masas tradicionales; por ello, el elemento democratizador de Internet que muchos quieren obstaculizar.

    Y, en segundo lugar, el libro de papel nunca morirá. Porque siempre habrá locos como nosotros por este papel. Pero sí cambiará el modelo de mercado. Debe hacerlo de manera imparable. Son algunas de las obligaciones que marca el mundo de la tecnología. Obliga a la adaptación casi sin elección.

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