lunes, 21 de marzo de 2011

Libia: el fracaso o la madurez de la Comunidad Internacional

El Consejo de Seguridad de la ONU ha dejado a un lado el concepto fundamental en las relaciones internacionales de NO INJERENCIA en el caso de Libia. La prepotencia y el despotismo de Gadafi es tal que la Comunidad Internacional ha decidido actuar con "las medidas necesarias" sobre terreno libio con los votos a favor de 10 países miembros del Consejo de Seguridad y cinco abstenciones (entre ellas Alemania y Rusia). Esta resolución marcará un punto y aparte en las relaciones internacionales, que veremos si resulta ser el fracaso o la madurez de la Comunidad Internacional.

La resolución de la ONU puede mostrar cierto acuerdo entre los países miembros; sin embargo, la aplicación de los paradigmas realistas en las relaciones internacionales de los estados sigue teniendo un peso fundamental. Esto inevitablemente desembocará en un individualismo interesado que tan sólo tres días después del primer bombardeo ya estamos comprobando.

Francia ha cogido las riendas como potencia política histórica dentro de Europa. Sarkozy al estilo de De Gaulle ha asumido la dirección política de esta guerra en Libia, para fortalecer su condición de potencia central europea. Cuando hablamos de guerra y salvar al mundo, Estados Unidos no puede quedar fuera y son ellos los que coordinan -de momento- la dirección militar. Aquí encontramos el primer desacuerdo y choque de potencias. Mientras Francia apela a la necesidad de una política exterior europea fuerte, Estados Unidos pide la implicación de la OTAN, en donde el país norteamericano es fuerte. En este sentido, el Reino Unido -mano derecha de los Estados Unidos y el awkward partner de Europa- defiende la intervención de los mandos de la OTAN en la dirección de esta guerra. Las divergencias con Francia no son sorprendentes, conociendo la rivalidad histórica entre ambos países y la tendencia atlantista del Reino Unido.



En este contexto, Berlusconi -compañero de Gadafi en los últimos años- ha cedido bases militares con la boca pequeña y ya ha amenazado con retirarlas si no hay unos objetivos concretos; y España ratifica hoy en el Congreso su implicación en la guerra. En medio de la crisis que tiene Zapatero en su nación, el socialista quiere sumarse al carro de las potencias occidentales en la exportación/imposición de los valores democráticos y los derechos humanos.

Tremenda paradoja cuando hablamos de imponer la democracia. Lo peor de todo es la deriva a la que puede llegar la coalición. La resolución tenía como inicio evitar los bombardeos aéreos a la población libia, pero ahora, tras conseguir con éxito este objetivo, la comunidad internacional ha continuado los ataques militares. En conclusión, las divergencias entre estados ha hecho comenzar una guerra sin objetivos claros: no sabemos si sólo es necesario la exclusión aérea de Libia, si hace falta atacar el ejército de Gadafi com cualquier medio militar, si el dictador tiene que caer, si tiene que ser detenido, si tiene que morir...

Estados Unidos ya ha dicho que no es seguro que caiga el dictador. Mucho me temo entonces que se llegue a una pírrica victoria de la coalición en una guerra que se va a alargar un sin fin hasta destruir el país y dejarlo como navío sin destino en el mar.

La casi unanimidad en el Consejo de Seguridad de la ONU y hoy, por ejemplo, en el Congreso de los Diputados en España, da argumentos a favor de dicha intervención. Sin embargo, es algo realmente peligroso, sobre todo, conociendo lo que esta sucediendo en otros países como Bahrein o Siria, o sin olvidar -por qué no- los conflictos en el Sáhara o Palestina. ¿Van a ir los cazas patrullando de Libia al resto de países árabes con revoluciones o donde se vulneren los Derechos Humanos? La respuesta es no. Y eso hace pensar en otros intereses de la Comunidad Internacional, sean económicos o geoestratégicos, ya que Libia es un país fundamental en la zona mediterránea.

Ni las muertes se evitan con más muertes, ni la democracia debe ser impuesta por los partidos de occidente. Pero lo que mal empieza, mal acaba. Gadafi lleva 40 años haciendo acuerdos con los principales líderes occidentales, también con España, comprando armamento a la industria bélica de estos países y permitiendo el regreso de inmigrantes a campos de refugiados denunciados por la vulneración de los Derechos Humanos. Mejor que la guerra, otros medios civiles deben ser capaces de evitar la muerte de los opositores libios: embargo de armas, congelación de cuentas, exclusión de cualquier relación internacional, aislar diplomáticamente el país...

Veremos cómo acaba todo y cómo se desarrollan los hechos. Lo que está claro es que los intereses particulares de los Estados -todavía eje fundamental de las Relaciones Internacionales- son el fracaso de la Comunidad Internacional. Sólo un cambio en la voluntad de los gobernantes, de manera que apliquen paradigmas más internacionalistas, hará madurar a dicha comunidad consiguiendo establecer verdaderamente el orden internacional.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Café con sal...


Como diría Reston, mucho de lo que entregamos -hablando del periodismo- es como el correo, una porquería. Pues bien, el correo de mi casa hoy ha sido una porquería. Sin embargo, incluso la porquería merece su reflexión. Dos sobres a tener en cuenta:

El primero, una carta para mi hermano (que ya no vive aquí) en la que se le informa de que su permiso de conducción va a caducar en menos de tres meses, que por favor vaya al centro médico de El Prat. Todos los datos son correctos. Lástima de que mi hermano nunca se haya sacado el carnet de conducir. Error!!

La segunda, aún me parece más grave. Un panfleto propagandístico del Partido Popular. A uno de sus lados, con fondo negro y letras blancas, se niegan rotundamente a la construcción de una mezquita en la ciudad de El Prat. Al otro lado, se intentar argumentar, pidiendo ya de paso el voto para las municipales.




Hoy, este país ha celebrado con el mismo entusiasmo que cada 23-F el fracaso del Golpe de Estado de Tejero, que precisamente cumplía 30 años. Quienes intentaron romper con el proceso democrático -que ya cumplía sus primeros años- vieron c
omo la 'chapuza' que hicieron se desmoronaba como castillo de arena. Hoy, nadie duda de lo viva que está nuestra todavía joven democracia. Cabe preguntarse por su calidad.

Mientras en España se da esta efeméride, el mundo árabe lucha, vive y muere por la consecución de esta democracia o alguna similar. Túnez, Egipto, Yemen, Bahrein, incluso Marruecos en menor medida, y Libia. En este país han muerto, según algunas fuentes, más de 300 personas ya. La hipocresía de occidente es máxima. Solo hace falta ver las fotografías del álbum que recopila Cadena SER:

Los países occidentales han mantenido con Gadafi relaciones comerciales constantemente cuando se conocía, por ejemplo, la relación bilateral con la anterior metrópoli, Italia, o mejor dicho, con Berlusconi, en donde a cambio de dinero Gadafi aceptaba inmigrantes ilegales que eran devueltos a campos de refugiados, en donde el respeto por los Derechos Humanos era nulo. Y aún más, hoy la UE se ha reunido para resolver el posible éxodo de ciudadanos árabes que huyan de las revueltas al sur de Europa. La principal preocupación de Europa no es la democratización del mundo árabe, sino el control de la inmigración. De hecho, aún más, a los países europeos les interesaba, sin duda, las dictaduras que ahora el pueblo tumba, ya que así mantenían alejados -en algunos casos- a los partidos islamistas, que parece que preocupa a muchos de los líderes europeos.


Volvamos a mi ciudad. Volvamos a la construcción de la mezquita en El Prat de Llobregat. ¿No es un gesto democrático la construcción de un templo religioso que responde al valor del Estado laico y la libertad religiosa? ¿Qué proceso de integración podemos pedir cuando no dejamos hacer a muchos musulmanes que trabajan para este país los que muchos católicos hacen cada día: ir a misa? ¿Porque se relaciona de manera simplista el Islam con opiniones fundamentalistas? ¿Porque llevar el burka es, de manera incuestionable, un ataque a la mujer, cuando muchas de ellas lo llevan por voluntad propia?

Conductas patriarcales y machistas eran una costumbre hasta hace dos días y todavía se dan en nuestras sociedades católicas. La solución nunca ha llegado, pero los avances se han dado gracias a instrumentos y no gracias a prohibiciones: el aborto, el divorcio... La historia es fácil de olvidar. Pero, también, fácil de recordar cuando nos interesa. Antes de alardear de democracia, deberíamos de cuestionarnos la calidad de la misma.

Café con sal. Contradicciones indisolubles que dan ganas de vomitar.

lunes, 21 de febrero de 2011

La peligrosa excusa del error





Suerte que esta mañana he preferido el zumo para adquirir buenas vitaminas al amargor del café porque de buen seguro se me hubiera indigestado. Ya hace muchos años que el periodismo deportivo en España había entrado en un declive peligroso de talibanismo en donde las victorias y derrotas de los equipos poderosos que profetan son causa y efecto de sus líneas ideológicas. Pero el ejemplo de hoy, diría que sobrepasa lo más absurdo y lamentable que nunca he visto pero que abre una puerta a la disculpa como instrumento fundamental de su esencia fundamentalista.

La edición impresa del AS de hoy, día 21 de febrero de 2011, pasará a la historia, atención, por eliminar de una infografía al último defensa del Bilbao para, presuntamente, dejar en fuera de juego a Dani Alves. En la versión digital ya han pedido disculpas, pero en la de papel quedará para los anales de la historia, los anuarios de las hemerotecas este pedazo de guiñapo que yo me pregunto: ¿Cómo es posible eliminar de una imagen real de un partido de fútbol al último defensa sin darse cuenta o sin querer?

Es difícil ver pedir disculpas a un medio de comunicación. Todavía no lo ha hecho El Mundo tras el 11-M. El AS lo ha hecho. Sin embargo, me preocupa más que se institucionalice esta manera de hacer periodismo basada en el error y disculpa. Va a llegar el momento en que no habrá problema en equivocarse ya que siempre nos quedará pedir disculpas si el error adquiere cierto carácter mediático, cosa fácil gracias a las redes sociales (en las últimas semanas hemos vivido varios sucesos anecdóticos con Bisbal o Vigalondo a través del Twitter).

Echarán las culpas al becario (como en el caso de la Federación) o dirán -como hoy- que es simplemente un error, un despiste, un descuido... Empiecen a familiarizarse con estas expresiones. Y preferiría que así fuese. Sin embargo, episodios como estos son el reflejo del radicalismo que vivimos hoy en día en los diarios deportivos españoles. Villarato, canguelo, crisis, carboneros y shakiras son algunas de las etiquetas que muestran siempre el intento, desde los medios, de desestabilizar al equipo rival. Todo vale. Hace unos días Iniesta tuvo que salir a defender a su familia, la cual había sido criticada por algunas palabras en los momentos posteriores a la gala del balón de oro. Es ofensivo y vergonzoso. Pero si hablamos de etiquetas, pongamos algunos nombres: Carazo, Inda, Roncero, Siro López y un largo etcetera, muchos de los cuales podran ver en Punto Pelota cada noche.



Muchas cosas diría de ellos, pero los que en teoría son las vacas sagradas de este periodismo, en realidad son las manzanas podridas que acaban con todo el cesto. Y hablando de fútbol como religión, pidan perdón queridos fieles, pero si lo hacen que de verdad lo sientan. No vayan a las rodillas a partir piernas y luego pidan disculpas. Es mejor jugar limpio y no pedir perdón.



Os dejo de perlas dos vídeos de Inda:

Raúl selección: que pensará ahora después de ganar el Europeo y el Mundial sin Raúl.

Canales al primer equipo: acasó no le ha cortado el Madrid la progresión de Canales.

miércoles, 16 de febrero de 2011

14:45


Es la hora en la que me estaba tomando un café. Es el segundo del día. Café sólo. Negro. Cremoso. Y nace esta idea. La hora del café... pretende ser el espacio de reflexión que acompaña a todo café. Dejo atrás Sendas Culturales, un espacio académico que me permitió adentrarme en el mundo del blog. Tras muchos meses de abandono, espero que el tiempo me permita convertir en palabras muchas de las humaredas aromatizadas que se nos pasan por la mente cuando ingerimos en nuestra soledad o en compañía este líquido negro tan universal.


Precisamente ayer otro líquido negro parece que ha dejado de ser secreto. Parece que la receta de Coca-Cola se extiende por los infinitos océanos de Internet. ¿Pagarán la patente? Buena pregunta. La noticia se ha publicado en la web del programa de radio This American Life. Internet ha hecho el resto. Coca-cola ha restado veracidad a esta publicación, basándose en que no lleva alcohol, tal y como indica la receta que aparece en una fotografía de un diario de 1979.



Cabe resaltar el papel de Internet en un caso tan curioso como éste. Si se confirma, Internet se apuntaría el tanto de acabar con un secreto que duraba 125 años. La noticia aparece en una web y se distribuye por todo el mundo a través de la red y, aún más, de las redes sociales. Como dijo en la Gala de los Goya el todavía director de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia: "Internet no es el futuro, Internet es el presente".


Internet es la mayor democracia que ha existido hasta el momento. Manteniendo las distancias, es lo más parecido a las democracias participativas de las polis de las antiguas civilizaciones. Por fin, todo ciudadano que disfrute de la conexión a la red puede adquirir un papel activo en la sociedad. Esto había sido algo impensable con la masificación de las ciudades y el triunfo del Estado como modo organizativo de la sociedad.

Internet ofrece todo. Refleja todo. Lo bueno y lo malo. Sentimientos y actitudes. Verdades y mentiras. Muestra a las personas, tal y como son y, en definitiva, la idiosincrasia de las sociedades. ¿Acaso no es esto democracia? Esto parece que incomoda a muchos. Gobernantes y no gobernantes.

La Ley Sinde ha sido aprobada de manera definitiva por el Senado. Se presenta como la medida en defensa de los artistas y contra la piratería. Sin embargo, mucho me temo que será como poner diques de papel al mar y sí, en cambio, un muro contra la libertad de expresión y la democratización de este nuevo mundo que es Internet.





TAl y como dice Jesús Mosterín en BFN, el mundo de la música vivía de los conciertos a mediados de siglo y pasó a vivir del soporte físico (el cual intenta perdurar ante las dificultades de la nueva era). Ahora deberá vivir del marketing. Igual que el Vinilo quedó para los coleccionistas, el CD, el DVD, el Blue-ray...el soporte físico, en general, tiene los días contados o como mínimo no tendrá el papel principal como hasta ahora. Con la influencia de Internet, la única solución posible es un cambio de modelo en donde estos -CD y DVD que se ponen a la venta- ofrezcan contenidos únicos y de calidad; como por ejemplo conciertos o reportajes inéditos, lejos de la docena de canciones del artista o grupo. Además, los ingresos deberán pasar por el marketing; es decir, la venda de objetos únicos y distintivos que hagan de los fans los consumidores potenciales. En este contexto, el papel de los conciertos en directo deben de volver a ganar un peso fundamental y, de hecho, debe ser el elemento vertebrador de los beneficios.

Algo parecido pasa con la literatura. Los escritores ven en el e-book un peligro para los ingresos. Sin embargo, la reducción de los costes en la lectura puede atraer a nuevos lectores -gran favor a la literatura y a la cultura, en general-. La propaganda hará el resto. El proceso será lento. Y los matices serán miles. Pero lo que es imparable es Internet y el poder que ya tiene. Sólo hace falta ver la velocidad con la que se dan a conocer las informaciones en casos prácticos como las últimas 'revoluciones' populares en los países árabes: tras la muerte de un joven quemado a lo bonzo que se encontraba en paro (desesperado como muchos de los parados en España), ya han caído los dictadores de Túnez y Egipto, Ben Alí y Mubarak, respectivamente, pese a las dificultades impuestas por ambos.


Precisamente, a través de Internet, ahora acabo de recibir la triste noticia que ha ocurrido en Singapur: la muerte de Santi Santamaría. El mítico chef catalán que junto a otros compañeros del gremio han conseguido que la gastronomía catalana y española sean de las más premiadas con el mayor distintivo: la estrella michelin. Sin duda, una noticia amarga como el café, bebida que sin ningún secreto es capaz, por mucha azúcar que le eches, de dejar siempre el sabor amargo que le caracteriza.




sábado, 18 de septiembre de 2010

El grito


Durante todo un año el país calla. Sólo habla la muerte y el desconsuelo. La rabia e impotencia de las familias se disipa con nuevas escenas brutales. No da tiempo a respirar, a lamentar. Son las consecuencias de una guerra civil -encubierta en eufemismos e ineficaz- contra el narcotráfico mexicano. Un sucio negocio que aviva la economía mexicana y alimenta a muchas familias siendo su única fuente de ingresos. Miseria. Pobreza. Droga. Delincuencia. Supervivencia.

Pero hay un día que todo el país grita. Es la noche del 15 al 16 de septiembre, cuando se celebra el día de la independencia. Cada villa, cada pueblo, cada ciudad, todos gritan. Desde los más de 15 millones de habitantes que viven en Ciudad de México, hasta los que se concentran en el humilde pueblo de Dolores de Hidalgo, donde empezó todo. No importa qué gritar, sólo importa gritar. Siempre ha sido una noche de celebración, de alegría, México se independizaba de la entonces España imperialista. Sin embargo, este año 'El grito', tal y como también se conoce a esta fiesta, se podría comparar más con 'El grito' del noruego Munch. Un grito marcado por el miedo y la amenaza de un posible atentado como el que ocurrió en Morelia hace dos años, en el que por primera vez morían 8 civiles no involucrados en el narcotrafico.

El auge del conflicto y la guerra con el gobierno ha extendido la política del miedo sin proponer soluciones efectivas. Mal augurio que el miedo tenga que ser la aspirina del pueblo señor Calderón. Pero, hacia dónde tiene que mirar México. Resulta que la economía le obliga a mirar al norte, al país más rico del mundo -económicamente hablando-, donde sin embargo se pierde el norte, valga la redundancia, viendo las maquiavélicas políticas en relación al narcotráfico. Son ellos, los norteamericanos quienes se embolsan más de 350.000 $ al año dejando miles de muertes en su país vecino. Un gran negocio. Podría mirar México al otro lado del Atlántico, pero resulta que Europa está por otras cosas: deportaciones colectivas de gitanos rumanos y búlgaros en Francia o lo propio con inmigrantes libios en Italia. Sarkozy y Berlusconi esparcen su odio y no trafican, presuntamente, con droga. Lo hacen con gente.



Ante este panorama, grito en silencio mi impotencia y rabia ante unos gobernantes ineptos y corruptos; contaminados por el feroz capitalismo en donde se hacen ricos de dinero. Fíjate si son pobres, que solo tienen dinero. Mientras así sigan, les grito mi desconfianza y mi repulsa y me quedo en la calle, en la plaza, donde la gente es rica sin dinero.

Foto 1: The Rich Banquet while the Workers Fight by José Clemente Orozco
Fresco, 1923

Mensaje foto 2: El respeto del derecho ajeno es la paz


sábado, 14 de noviembre de 2009

Venecia se viste de luto


Camino entre muros. Calles estrechas, rocambolescas, medievales, desorganizadas, oscuras. Han sido invadidas por los canales, dejando un aroma cerrado de humedad. La madera es putrefacta en su base pero pura en el portón. Aparentemente reina la soledad y la tristeza. Pero tiestos con flores adornan las pequeñas ventanillas; dan color a lo arcaico y te emanan su magia, la magia de la ciudad, la magia de Venecia.

Como camino a Roma, todo te lleva a la Piazza San Marco. Un cuadrilátero de arte regentado por el campanario. Desde allí se pueden ver las mejores vistas de Venecia. Tierra y agua hermanadas. El gran canal es la columna vertebral que te adentra al corazón de esta peculiar ciudad que hoy está de luto. Desde 1966 Venecia ha perdida la mitad de sus ciudadanos. De más de 120.000 personas, ahora apenas quedan 60.000 venecianos; lo que significa que están por debajo de su límite vital. Con humor celebran hoy el funeral de la ciudad. Entre las calles seguirán en procesión a un ataúd rosa, color símbolo de la isla; como sí de cualquier mortal se tratase.

Sin embargo, aquí caminante, un viajante, un soñador, fue y sigue siendo un paisano, un veneciano. Aquel que pisa las calles enrevesadas de la magia, aquel que engaña y miente y se burla del tiempo, aquel que pasa y roza la piedra con su mano, aquel que se monta en la góndola y cruza puentes como etapas en tu vida para desembocar en el mar, aquel que viaja a Venecia, es veneciano. Éste es su antídoto. Ésta es su magia. Esto es Venecia.


lunes, 9 de noviembre de 2009

El muro del autoritarismo


Veinte años han llovido desde que la aberración del Muro de Berlín fuera escombrada por los aires de libertad de una población dividida por el odio de unos y otros. El 9 de noviembre de 1989 quedará marcado en la historia como el día que acabaron los regímenes autoritarios en el mundo occidental.

Fin de la Guerra Fría, fin del comunismo soviético, un aparente derrotado y una pírrica victoria del capitalismo déspota del cual todo occidente se beneficia a costa de otros. Muchos ven airosamente la caída del muro como la caída de un régimen que jamás debió existir: el comunismo. Una ideología moralmente mejor en sus tesis, posiblemente utópica en la práctica debido a los deseos de poder de quienes gobiernan. La analogía entre dos sistemas opuestos pero igual de autoritarios es sencilla: no se alejan mucho las decapitaciones de reyes en el corazón de Europa de los asesinatos de zares en Prusia; ni los 6.000.000 de judíos asesinados cruelmente de las matanzas en el norte siberiano; ni las masas de población indefensa y hambrienta de la Alemania Nazi de los que están más allá de los Urales...Dos sistemas opuestos que confluyen con unos mismos resultados. Y en medio, un muro. Muro de piedra minado símbolo de lo autoritario.

La libertad acabó con la división de una ciudad, un país, pero sobre todo, de unas gentes. No es más monstruoso el Muro de Berlín que la franja de Gaza, la separación de Corea o la frontera entre México y Estados Unidos; muros que aun se mantienen en pie.

Desde entonces se mantienen vivas tres grandes sociedades socialistas: China (inmersa en una especie de aceptación capitalista), Cuba y Corea del Norte. El error no es su ideología marxista, sino que las tres son dictaduras férreas a sus ideas. En los últimos quince años, el neosocialismo sudamericano ha ido ganando espacio a la derecha, fuerte todavía con Uribe o los Kirchner. Más débiles en otros países, como en Venezuela, Ecuador o ahora en Honduras, donde se ven obligados a jugar sus sucias cartas (como siempre) con un golpe de Estado. Esto es prueba que el Muro de Berlín para nada mató al comunismo.

El capitalismo, por su parte, sigue caminando -como los burros- sólo por su camino sin mirar a los lados; un camino de tierra y pedrusco que en lugar de asfaltar, siguen avanzando con sus alpalgatas y dando puntapiés a las dificultades. Sólo así ellos se llenan los costales de oro, haciendo la vista gorda con el continente africano (puro desierto para ellos) o dejando escondida la moralidad entre el follaje de sus eufemismos. Si encuentran petróleo te hacen una guerra y si viene una crisis, cogen sus monedas y salen corriendo.

Ni el muro acabó con el comunismo, ni el capitalismo salió como vencedor. La Guerra Fría acabó con dos imperios alimentados de armas nucleares. La libertad ganó la partida al poder de unos pocos; libertad que todavía hoy manca en muchos puntos del planeta. Y puestos a elegir, me quedaré con los indefensos, discriminados, excluidos y abandonados.